Disconforme
Observó cómo el cabello castaño, enrulado y virgen se rebelaba contra la ley de gravedad y permanecía estático sobre el marco de su rostro. Recorrió, centímetro a centímetro, su cuerpo amorfo y desgastado por el paso del tiempo. Se detuvo en cada pliegue de su piel morena. Mordió su labio inferior en señal de desacuerdo.
Tiñó su pelo. Dejó de exponerse al sol y al aire libre. Dejó de comer. Planchó su cabello. Se amigó con la gravedad. Observó el cabello rubio y largo que caía sobre las curvas firmes y esbeltas. Se detuvo en el color de su piel blanca impoluta, y mordió su labio inferior…en señal de desacuerdo.
La mancha
Se acercó a la mancha. Achinó los ojos, se concentró en la forma. Intentó adivinar el contorno; delimitar la figura. Estiró el brazo. Tanteó el piso. Inclinó la cabeza. Subió los hombros. Acercó su mano. Sintió el mordisco al mismo tiempo que el calor del veneno.
Cambios
Se durmió con un cuento de hadas. Despertó recibiendo el segundo golpe en su rostro.
Colores
Juan pidió prestado el color piel para terminar su dibujo. Martín le alcanzó un lápiz negro; su amigo no especificó qué tipo de piel quería colorear.
María Victoria Prieto (Buenos Aires, 1988). Cursó estudios en la carrera de Ciencias de la Comunicación Social en la UBA, y egresó de la carrera de Redacción Publicitaria en el ISP.
Etiquetas: Ciencias de la Comunicación Social, María Victoria Prieto, UBA
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